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El estado del clima en África pone de relieve el estrés hídrico

El estado del clima en África pone de relieve el estrés hídrico

El informe sobre el estado del clima en África muestra cómo los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático están socavando la salud y la seguridad humanas, la seguridad alimentaria e hídrica y el desarrollo socioeconómico.

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Mozambique
Mozambique. Dimitry B

Maputo, Mozambique/Ginebra.- El estrés hídrico y los peligros relacionados con el agua, como las sequías fulminantes y las crecidas devastadoras, están castigando duramente a las comunidades, las economías y los ecosistemas africanos.

El régimen de lluvias se ha alterado, los glaciares están desapareciendo y los lagos más importantes se están reduciendo. La mayor demanda de agua, junto con un suministro limitado e imprevisible amenaza con agravar los conflictos y los desplazamientos, según se desprende de un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El informe sobre el estado del clima en África de 2021 proporciona información científica de fuentes autorizadas sobre las tendencias de las temperaturas y otros indicadores climáticos. Muestra cómo los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático están socavando la salud y la seguridad humanas, la seguridad alimentaria e hídrica y el desarrollo socioeconómico.

África solo representa entre el 2% y el 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero sufre de forma desproporcionada los resultados.

El informe sobre el estado del clima en África de 2021 se centra especialmente en el agua. Se estima que el elevado estrés hídrico afecta a unos 250 millones de personas en este continente y se prevé que provocará el desplazamiento de hasta 700 millones de personas de aquí a 2030. Probablemente cuatro de cada cinco países africanos no dispondrán de recursos hídricos gestionados de forma sostenible en 2030.

“El empeoramiento de las crisis y la inminente hambruna en el Cuerno de África, asolado por la sequía, muestran cómo el cambio climático puede agravar las crisis hídricas, amenazar la vida de cientos de miles de personas y desestabilizar comunidades, países y regiones enteras”, señaló el profesor Petteri Taalas, Secretario General de la OMM.

El calentamiento del clima en África ha sido más elevado que la media mundial desde la época preindustrial (1850-1900). Al mismo tiempo, el aumento del nivel del mar a lo largo de las costas africanas es más rápido que la media mundial, lo que ayuda a incrementar la frecuencia y la gravedad de las inundaciones y la erosión costeras, así como la salinidad en las ciudades de baja altitud. Los cambios en las masas de aguas continentales tienen importantes repercusiones en el sector agrícola, los ecosistemas y la biodiversidad”, afirmó el profesor Taalas.

El incremento de la temperatura, las olas de calor, las crecidas extensas, los ciclones tropicales, las sequías prolongadas y el aumento del nivel del mar, que provocan pérdidas de vidas, daños materiales y desplazamientos de población, socavan la capacidad de África para cumplir sus compromisos de alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y la Agenda 2063 de la Unión Africana: el África que Queremos, que traza el camino del continente africano para lograr un desarrollo y crecimiento económico inclusivos y sostenibles”, sostuvo la excelentísima Embajadora Josefa Leonel Correia Sacko, Comisionada de Agricultura, Desarrollo Rural, Economía Azul y Medioambiente Sostenible de la Comisión de la Unión Africana.

El informe, el tercero de la serie, es una iniciativa conjunta de la OMM y la Comisión de la Unión Africana e incluye aportaciones de un amplio abanico de organizaciones de las Naciones Unidas, los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales, los asociados para el desarrollo y los expertos climáticos.

El informe y el mapa histórico digital que lo acompaña se presentan en ocasión de una reunión ministerial sobre la iniciativa del Sistema Integrado de Alerta Temprana y Acción Temprana, celebrada en Maputo (Mozambique).

En la actualidad, apenas el 40% de la población africana tiene acceso a sistemas de alerta temprana para protegerse de los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos y del cambio climático. Por lo tanto, África es una de las principales prioridades de la campaña encabezada por la OMM, a petición de António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, con miras a velar por el acceso universal a las alertas tempranas en los próximos cinco años.

No obstante, la acción climática está cobrando impulso. Más de 40 países africanos han revisado sus planes nacionales sobre el clima (contribuciones determinadas a nivel nacional) de modo que sean más ambiciosos y se incorporen mayores compromisos de adaptación y mitigación del clima.

Si bien África solo aporta entre el 2% y el 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, más del 83% de los planes nacionales sobre el clima incluyen metas de reducción de gases de efecto invernadero, y las esferas prioritarias son, entre otras, la energía, la agricultura, los residuos, el uso de la tierra y la silvicultura.

En el informe sobre el estado del clima en África se formulan varias recomendaciones, por ejemplo, reforzar los sistemas de alerta temprana y fortalecer la cooperación transfronteriza, el intercambio de datos y de conocimientos. La necesidad de realizar más inversiones en materia de adaptación reviste suma importancia, así como un impulso concertado hacia una gestión más integrada de los recursos hídricos.

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