México.- Estamos en un contexto en el cual la temperatura global del planeta se ha incrementado en más de un grado centígrado con respecto al periodo preindustrial; cada vez tenemos más información de cómo la influencia humana en el sistema clima cambia los riesgos que los sistemas naturales y nuestras sociedades enfrentan: el físico y el de transición, advirtió el coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM, Francisco Estrada Porrúa.
“Los riesgos físicos se refieren a los impactos directos sobre sistemas humanos y naturales en aspectos como salud, pérdida de biodiversidad, actividad agrícola y laboral, y se materializan como eventos agudos, extremos o que ocurren de un momento a otro; en tanto, los riesgos de transición están relacionados con las pérdidas económicas que pueden ocurrir en el cambio hacia una economía baja en carbono y dependen de la capacidad de planeación para lograrlo”, explicó.
Durante la inauguración del 12 Congreso Nacional, y Cuarto Latino, de Investigación en Cambio Climático, efectuado a distancia, Estrada Porrúa destacó: en estos temas, la investigación es una herramienta indispensable para disminuir nuestros riesgos y aprovechar las oportunidades que se nos presentan. “Plantea importantes retos, tanto de financiamiento de la ciencia, formación de recursos humanos, desarrollos científicos, tecnológicos y sociales; creación con la sociedad de estrategias de adaptación y respuesta y, de manera muy importante, la capacidad de aterrizar todo esto en información y herramientas útiles para toma de decisiones y aplicables en el contexto de nuestro país”.
El universitario consideró que previo a la 27 Conferencia de las Partes -en donde los países se reúnen para ponerse de acuerdo en las acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero- estamos todavía lejos de lograr las modificaciones que se necesitan a nivel global y el contexto internacional no permite vislumbrar que haya suficientes avances.
Huella de carbono y economía
En la conferencia inaugural, el director de Análisis y Políticas de Riesgos Ambientales y Sociales del Banco de México, Rafael Noel del Villar Alrich, planteó que en el sistema financiero mexicano se debe tomar conciencia del calentamiento global que genera el cambio climático, pues representan un reto, nuevos riesgos y oportunidades; hay que aprender de estas alteraciones e incorporarlas a sus modelos y herramientas de análisis.
Esta discusión de gases efecto invernadero está enmarcada en un contexto geopolítico amplio, es un debate sobre la competitividad de nuestro país. Es un análisis de salud, seguridad nacional, con muchas facetas, pero enfatizaría el impacto en competitividad.
Del Villar insistió en que el calentamiento global y las políticas que se adopten para mitigarlo, representan una variación estructural en la economía.
Recomendó acelerarlo para incluir indicadores de la huella de carbono en el producto interno bruto, como los de transición energética, electricidad, riesgos por desastres, sistemas de agua y alimentos, agricultura y energía primaria.
“Se trata de que cambien la estructura de la economía del país, para poder mantener y acrecentar nuestra competitividad en estos nuevos conceptos de aprovechamiento de las cadenas de valor y de suministro en las que México participa”, apuntó.
Reiteró en que las grandes oportunidades para mitigar y reducir nuestras emisiones implican jugar de una manera favorable en este concierto internacional y reverdecer nuestra matriz energética.