El aumento de la temperatura global afecta la reproducción de crías en aves migratorias y de gran tamaño, según un nuevo estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences. El estudio, encabezado por la doctora Lucyna Halupa de la University of Wroclaw, ha sido realizado por un equipo internacional de más de 100 científicos.
Los investigadores analizaron datos de reproducción de 201 poblaciones de aves, que incluyeron 104 especies y casi 746,000 nidadas entre 1970 y 2019. El estudio tuvo en cuenta factores como la filogenia, la historia de vida de las especies, los hábitos migratorios, la latitud y los impactos humanos directos, así como los cambios locales de temperatura y precipitación.
Los resultados revelaron que más del 56% de las poblaciones de aves mostraron una tendencia a la baja en la reproducción de crías, especialmente entre las aves migratorias y de gran tamaño. Por otro lado, el 44% de las poblaciones, compuesto principalmente por aves pequeñas y sedentarias, mostró una tendencia positiva.
Este hallazgo sugiere que las aves no migratorias y de cuerpo pequeño pueden adaptarse mejor a las perturbaciones ecológicas causadas por el cambio climático. En contraste, las poblaciones de aves migratorias de gran tamaño podrían enfrentar graves desafíos para su supervivencia a medida que aumenta la temperatura.
Los científicos aún no han determinado la razón exacta de esta diferenciación, pero creen que podría deberse a características como la menor descendencia producida por las aves grandes, su mayor tiempo de maduración y el intervalo prolongado entre generaciones. Estos factores pueden disminuir la capacidad de adaptación de las aves grandes al cambio climático.
Por otro lado, las aves más pequeñas tienden a dispersar el calor de manera más eficiente, lo que les permite regular mejor su temperatura corporal ante el aumento de la temperatura ambiental. Además, se sugiere que las aves pequeñas podrían tener una ventaja en la competencia por recursos limitados, como alimento y agua, en áreas afectadas por la reducción de disponibilidad debido al cambio climático.
Entre las especies que experimentaron las mayores disminuciones en la reproducción de crías se encuentran el aguilucho cenizo y la cigüeña blanca, ambas grandes y migratorias, así como el quebrantahuesos, que es grande pero no migratorio, y los aviones comunes, que son pequeños y migratorios. Por el contrario, especies como el gavilán, el torcecuello, los papamoscas y las currucas mostraron tendencias positivas en la reproducción de descendencia a medida que aumenta la temperatura media del planeta.
Los autores del estudio señalan que los cambios en la reproducción de crías son el resultado de los efectos combinados del calentamiento global en los rasgos ecológicos y la historia de vida de las especies. También se sugiere que estos cambios podrían contribuir a la rápida disminución del tamaño de la población de algunas especies de aves en todo el mundo, según lo documentado en estudios anteriores y de gran tamaño, mientras que las especies pequeñas y sedentarias parecen beneficiarse de esta situación, según un estudio reciente.
El equipo de investigación, liderado por la doctora Lucyna Halupa de la University of Wroclaw, ha analizado exhaustivamente datos de reproducción de aves de 104 especies diferentes en todo el mundo. Los resultados revelan que más del 56% de las poblaciones de aves han experimentado una disminución en la reproducción de crías a lo largo de las últimas décadas.
Las aves migratorias y de gran tamaño son las más afectadas por este declive en la reproducción de crías. Este hallazgo es motivo de preocupación, ya que estas aves suelen tener una menor tasa reproductiva en general, maduran más lentamente y tienen un mayor lapso de tiempo entre generaciones. Estos factores dificultan su capacidad para adaptarse a los cambios ecológicos derivados del calentamiento global.
Por otro lado, las aves más pequeñas y sedentarias están mostrando una tendencia positiva en cuanto a la reproducción de crías. Estas aves parecen ser más capaces de enfrentar las perturbaciones causadas por el cambio climático. Se cree que su tamaño compacto les permite dispersar el calor de manera más eficiente, lo que les ayuda a regular su temperatura corporal en entornos más cálidos. Además, su tamaño más reducido también puede facilitarles la competencia por recursos limitados, como alimento y agua, en un contexto de cambio climático.
Sin embargo, los científicos aún están investigando las razones exactas detrás de estas diferencias en la adaptabilidad de las aves. Se requieren más estudios para comprender a fondo los mecanismos biológicos y comportamentales que están influyendo en la reproducción de crías en diferentes especies de aves.
Este estudio tiene implicaciones importantes para la conservación de las aves y la biodiversidad en general. Las aves migratorias y de gran tamaño desempeñan un papel crucial en los ecosistemas, ya que contribuyen a la dispersión de semillas, control de plagas y ciclos de nutrientes. Si estas especies no pueden mantener una tasa de reproducción adecuada debido al calentamiento global, podrían enfrentar un grave riesgo de extinción en el futuro.