México.- La contaminación atmosférica es uno de los mayores retos ambientales que enfrentan las ciudades de la Megalópolis en el centro del país. Las medidas adoptadas en los últimos 30 años por los gobiernos federal y locales, han reducido la presencia de contaminantes como el plomo, dióxido de azufre y el monóxido de carbono, informó la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came)
En la actualidad, cada ciudad tiene una problemática específica, debido a las diferentes fuentes de emisión y las variaciones en la química atmosférica. No obstante, tanto el ozono como las partículas finas frecuentemente exceden las normas de salud ambiental, afectando negativamente la salud de los habitantes de la región.
De acuerdo con estudios del Instituto Nacional de Salud Pública, en el 2015 la contaminación atmosférica por partículas finas PM2.5 fue responsable de unas 14 mil 600 muertes prematuras en todo el país.
En la Megalópolis habitan alrededor de 35 millones de personas, que representan el 30 por ciento del total de la población nacional. Las entidades que la conforman operan seis sistemas de monitoreo atmosférico (SMA), uno por cada entidad federativa (en los Estados de Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla, y Tlaxcala) que se circunscriben a su propio territorio, y otro a cargo de la Ciudad de México que cubre el Valle de México (Ciudad de México y 18 municipios conurbados del Estado de México).
Todos estos sistemas de monitoreo tienen diferente dimensión y nivel de consolidación.
Contar con un sistema de monitoreo que genera y difunde información oportuna de la calidad del aire es fundamental para proteger la salud de la población, especialmente la de grupos sensibles, y es el pilar del diseño y aplicación de políticas de gestión de la calidad del aire.
Con el objeto de fortalecer la infraestructura de monitoreo y apuntalar un Sistema Megalopolitano de Monitoreo de la Calidad de Aire, el Gobierno Federal diseñó el Programa de Fortalecimiento de las Capacidades de Monitoreo de la Calidad del Aire en la Megalópolis, con una inversión de 150 millones de pesos en seis componentes:
- Fortalecimiento de infraestructura existente de monitoreo de la calidad del aire.
- Ampliación de la cobertura del Sistema de Megalopolitano de Monitoreo de la calidad del aire.
- Infraestructura para la caracterización de la atmósfera y generación de información básica para pronósticos de calidad del aire.
- Subsistema Red de calidad del aire de la Megalópolis “CAMeAIR”.
- Procesamiento de datos y aplicación para difusión de información de calidad del aire.
- Infraestructura de transporte para llevar a cabo la supervisión de la operación de las estaciones de monitoreo.
Desde 2017 y a la fecha, se han invertido 118 de los 150 millones de pesos comprometidos, con lo cual se ha dotado a los sistemas de monitoreo con 4 estaciones de monitoreo totalmente equipadas, 136 equipos nuevos y refacciones de diversas marcas, así como con 7 vehículos de carga.
En cuatro años, este proyecto ha ayudado a reducir en 17 por ciento el número de estaciones automáticas de monitoreo atmosférico existentes que requerían de refacciones y reemplazo de equipos.
El Programa está cargo de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con la participación del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), quien es responsable de supervisar la adquisición, puesta en marcha y operación de los diferentes componentes y de brindar apoyo técnico y asesoramiento a las autoridades locales. La inversión es financiada en su totalidad con recursos no recuperables del Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN).
La Comisión informó que gracias a la renovación del equipamiento y al desarrollo de capacidades técnicas logrados a través de este Programa, las entidades federativas que conforman la CAMe están generando información más confiable sobre la concentración de los contaminantes del aire, que se utiliza para informar a la población sobre el Índice Aire y Salud, para definir las políticas ambientales necesarias y evaluarlas, y en su caso, para activar contingencias ambientales atmosféricas. Ello permitirá a la población recibir mejor información en beneficio de su salud.