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Servidores sumergidos, una alternativa para solucionar el enorme impacto hídrico de internet

Servidores sumergidos, una alternativa para solucionar el enorme impacto hídrico de internet

El masivo consumo de agua por parte de los centros de datos ha generado conflictos con las comunidades afectadas por la escasez de recursos hídricos, lo que ha impulsado la aparición de soluciones innovadoras para enfriar los servidores, como sumergirlos en el océano o utilizar aceites minerales.

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Pixabay

La sequía global ha resaltado la enorme huella hídrica generada por los centros de datos y ha impulsado a empresas y comunidades a buscar soluciones sostenibles. Desde la búsqueda de alternativas de enfriamiento, como la sumersión en el océano o el uso de aceites minerales, hasta el desarrollo de tecnologías más eficientes y el reciclado de calor, se están explorando diversas estrategias para mitigar el impacto ambiental de la infraestructura digital, indica un artículo publicado en Efe.

El masivo consumo de agua por parte de los centros de datos ha generado conflictos con las comunidades afectadas por la escasez de recursos hídricos, lo que ha impulsado la aparición de soluciones innovadoras para enfriar los servidores, como sumergirlos en el océano o utilizar aceites minerales.

Aunque no existen cifras exactas sobre el consumo de agua en el ámbito digital a nivel mundial, se estima que los grandes centros de datos hiperescalares, alrededor de 700 en todo el mundo, junto con los centros de datos convencionales, podrían llegar a consumir aproximadamente 420,000 millones de litros de agua al año. Esta cifra equivale al consumo anual de una ciudad de unos 8 millones de habitantes, como Nueva York.

Ante esta situación, las empresas se han embarcado en una carrera de innovación en busca de alternativas para solucionar el enorme impacto hídrico de internet, el cual se suma a su enorme consumo energético, a menudo proveniente de fuentes no renovables y contaminantes.

Marina Otero, una destacada arquitecta española galardonada con el prestigioso Premio Wheelwright de Harvard para arquitectos, ha señalado que las grandes empresas tecnológicas están centrando sus esfuerzos en el desarrollo de sistemas de reciclado hídrico y el uso de aguas grises. También se están construyendo centros de datos en el océano, donde se utiliza la frescura del agua para refrigerar los servidores.

Algunas empresas estadounidenses ya han realizado pruebas en esta dirección, y se informa que China tiene planes a gran escala para sumergir centros de datos en el océano. Sin embargo, existe preocupación sobre el impacto de estas instalaciones en las especies marinas, ya que el calor generado por estos servidores podría elevar la temperatura local del agua.

Además de sumergir los servidores en el océano, se están desarrollando centros de datos con servidores sumergidos directamente en aceites minerales para mantener una temperatura constante. Este sistema no solo es altamente eficiente, sino que también prolonga la vida útil de los servidores.

Otero explica que los centros de datos requieren temperaturas estables para evitar el sobrecalentamiento de los servidores. Como parte de su investigación en el marco del Premio Wheelwright de Harvard, Otero planea viajar por todo el mundo para visitar diferentes modelos de infraestructuras digitales y buscar soluciones sostenibles.

Además de estas soluciones, también se están llevando a cabo investigaciones en Estados Unidos sobre el uso de moléculas sintéticas de ADN para el almacenamiento de datos sin consumo de agua ni energía. Asimismo, se están explorando planes incipientes para trasladar los centros de datos al espacio exterior, donde podrían aprovechar la energía solar directamente en un entorno frío.

Es importante destacar que los centros de datos "extraen" agua de las redes y consumen grandes cantidades de energía, generando una huella ambiental significativa. Según Otero, es crucial que las personas tomen conciencia de que la información almacenada en sus teléfonos móviles no flota en el vacío, sino que se almacena en servidores que consumen agua, energía y emiten una cantidad de CO2 mayor que la industria de la aviación.

La conciencia sobre la sostenibilidad en el consumo digital de datos no solo debe ser adoptada por la población en general, sino también por las empresas. En países con escasas precipitaciones y sequías prolongadas, como los del Mediterráneo y Sudamérica, el consumo masivo de agua por parte de los centros de datos se ha convertido en un problema importante. Estos centros compiten directamente por el agua y la energía con las comunidades locales, lo que ha generado protestas ciudadanas.

Un ejemplo de esto ocurrió en Chile, donde los residentes de un barrio de Santiago lograron detener la construcción de un centro de datos de una importante empresa tecnológica estadounidense al demostrar que agotaría significativamente el agua del acuífero local y dejaría a la población sin recursos hídricos. Ante las protestas, la empresa finalmente abandonó sus planes de construcción y se comprometió a desarrollar sistemas de refrigeración que redujeran el consumo de agua de la instalación.

En contraste, en los países nórdicos, como los países escandinavos, el clima favorece la refrigeración de los centros de datos debido a la menor diferencia de temperatura entre el exterior y el interior. A pesar de que el estrés hídrico es menor en estas regiones, son líderes en innovación y búsqueda de alternativas para reducir el consumo de agua y energía. Por ejemplo, en ciudades como Estocolmo se aprovecha el calor generado por los centros de datos y se distribuye como calefacción en la ciudad. También existen proyectos que utilizan el impacto térmico de las infraestructuras digitales para calentar invernaderos donde se cultivan hortalizas y se crían especies.

Es fundamental que tanto las personas como las empresas tomen conciencia de este problema y adopten medidas sostenibles en su consumo y uso de datos en línea.

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