México.- La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales presentó a pobladores de la comunidad de Miacatlán, Morelos, el Dictamen Socioambiental que llevó a cabo en la zona de influencia del proyecto minero La Esperanza, y que destaca la necesidad de regular y adecuar el impacto de esta industria para que no repercuta en el bienestar de la población y los ecosistemas.
El estudio fue elaborado por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu), a petición de la propia comunidad para conocer posibles afectaciones por la actividad de dicho proyecto.
Luego de hacer una relatoría del proceso de coordinación a través de una mesa de trabajo y explicar los resultados del dictamen, la titular de la Semarnat, María Luisa Albores González, refrendó el compromiso de la dependencia a su cargo para contar con un instrumento que respalde de manera técnica y legal la situación que prevalece en la zona y que los propios pobladores tengan la capacidad de tomar decisiones que permitan blindar su territorio ante posibles intentos de la industria minera de establecerse en sus espacios.
Destacó que la Semarnat dará acompañamiento en la difusión y socialización de este documento y en la parte legal para que realmente sea efectivo, pero siempre con la participación de los pobladores en defensa de su territorio.
El director del IMTA, Adrián Pedrozo, explicó que de acuerdo con información de la empresa minera, para la producción de oro y plata que se contempla a futuro, sería necesario utilizar toda la disponibilidad restante de agua en los acuíferos, lo que redundaría en la vulneración del derecho humano al agua de las comunidades de la zona, algo que no se puede permitir. Además, la incorporación descontextualizada de una industria hidrointensiva en un territorio frágil y que guarda equilibrio entre actividades humanas y ambiente, representa un alto riesgo para el agua en su cantidad y calidad.
Para la elaboración del dictamen, los organismos del sector ambiental se enfocaron en cinco vertientes que son agua, flora y fauna, socioambiental, aire y suelo, y cambio de uso de suelo, los cuales permitieron detectar la situación que guardan los ecosistemas y recursos locales, así como las necesidades primordiales para evitar su degradación en perjuicio de las comunidades locales.
El trabajo permitió corroborar que el estado actual del agua, así como de la flora y la fauna es muy bueno, de ahí la importancia de protegerlos; mientras que la tierra presenta concentraciones de arsénico y cobre, asociados a la composición natural del suelo. Solo el aire registra emisiones de partículas PM2.5 por la quema de pastizales, residuos y quemas agrícolas como la zafra azucarera.
Subraya que el desarrollo de la actividad minera afectaría estos recursos además de alterar la construcción histórica de la cosmovisión de los pueblos, basada en su relación con el ambiente, lo que repercutiría negativamente en los medios de subsistencia de la población. De ahí la necesidad de continuar con los procesos de educación ambiental.
La Semarnat informó que seguirá trabajando de la mano con las comunidades en la construcción de diferentes instrumentos que ayuden a salvaguardar los recursos naturales con el objetivo de garantizar la conservación de los ecosistemas y un medio ambiente sano para las y los mexicanos.