Ciudad de México.- A casi un mes de celebrarse la 26ª sesión de la Conferencia de las Partes (COP26) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow, Escocia, el Embajador de Reino Unido en México, Jon Benjamin, llamó a las y los líderes empresariales del País a que se comprometan públicamente con objetivos de reducción de emisiones ambiciosos basados en la ciencia, y a unirse a la iniciativa empresarial Race to Zero, alianza global que reúne a actores comprometidos para tomar medidas rigurosas e inmediatas para hacer frente al cambio climático.
Durante la inauguración del "Business Leaders Forum", celebrado este martes 28 de septiembre, el Embajador dijo que actualmente existen más de 50 actores mexicanos dentro de la campaña, con presencia internacional como Cemex y Grupo Bimbo, liderándolas cuales lideran el camino hacia una economía baja en emisiones de carbono.
“Solo podemos hacer frente al cambio climático si trabajamos juntos. Tenemos las herramientas para una revolución industrial verde, pero el tiempo para actuar es corto. Sería extraordinario contar con la participación de todas sus empresas en esta iniciativa”, afirmó Benjamin.
El Embajador aseguró que nos encontramos en un momento crítico para frenar el cambio climático, por lo que tenemos que trabajar juntos para evitar las consecuencias más graves en nuestras sociedades, economía y naturaleza. Por ello, tenemos que tomar acción inmediata y limitar el aumento de la temperatura en 1.5 grados en comparación con los niveles preindustriales, y disminuir a la mitad las emisiones al 2030.
“La pandemia de COVID-19 ha tenido un fuerte impacto en la economía mundial, por esta razón debemos mirar hacia una recuperación impulsada por la ciencia, (que sea) inclusiva, limpia y resiliente, que creará empleos en las industrias del futuro. Esto significa que debemos ir más lejos y más rápido en el proceso de descarbonización, por eso el sector privado debe invertir y transformar sus modelos de negocio para aprovechar las crecientes oportunidades de la economía neutra en carbono”, dijo el Embajador.
Por su parte, Adriana Lobo, directora ejecutiva de WRI México, calificó como urgente el reto para la humanidad pues, según las recientes conclusiones del último reporte del IPCC, cada grado de temperatura adicional importa, ya que ninguna región, sistema social o económico está libre de sufrir los impactos del cambio climático.
“En México, la Secretaría de Medio Ambiente explica que, sin acciones globales ambiciosas, los costos acumulados a 2100 serían comparables a perder entre el 50% y el 200% del PIB nacional, un impacto extraordinario”, alertó.
Reconoció que los gobiernos nacionales no podrán reducir solos las emisiones ni descarbonizar sus economías sin una acción decidida de las empresas y las instituciones financieras.
“Hasta ahora, casi 2 mil empresas se han fijado objetivos de reducción de emisiones, y 250 bancos, propietarios y administradores de activos -que suman bienes mayores a los 80 billones de dólares- se han comprometido a transitar a portafolios de cero emisiones antes de 2050”, expuso.
En su intervención, Fiona Macklin, coordinadora de la Campaña Race to Zero, aseguró que esta iniciativa global respaldada por la ONU reúne a las empresas para que tomen medidas rigurosas e inmediatas para reducir a la mitad las emisiones globales para 2030 y lograr un mundo de cero emisiones netas de carbono, más saludable y justo.
“El objetivo (de la campaña) es generar impulso en torno al cambio de una economía descarbonizada antes de la COP26. Esto enviará a los gobiernos una señal contundente de que las empresas, las ciudades, las regiones y los inversores están unidos para cumplir los objetivos (del Acuerdo) de París y crear una economía más inclusiva y resistente”, dijo Macklin.
En el evento, en el que participaron representantes del PNUMA, de la Secretaría de Economía, del sector privado, HSBC, IHS Markit y otros organismos, los especialistas aseguraron que esta iniciativa es una excelente oportunidad para mostrar a las empresas como líderes mundiales en la lucha contra el cambio climático.
Dolores Barrientos, representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destacó que gran parte del esfuerzo a nivel global gira en torno a cómo transformar los sectores, incluyendo el financiero, para lograr que participen en las grandes metas climáticas para 2050.
“El cambio climático lo vemos en nuestras calles, está en la falta de agua, las inundaciones, los cortes de luz, todo se relaciona al cambio climático; influye en las negociaciones internacionales, en el comercio, todo se traduce como riesgos de transición o como impuestos de los países, porque hay 126 países que están en una alianza de economías netas cero y México aún no está ahí. En algunos meses o años esto puede que se traduzca en barreras no arancelarias”, alertó.
Alfredo González, representante de la Agenda 2030 de la Secretaría de Economía, expuso que el reto para la dependencia es cómo incorporar la comprensión la noción de que necesitamos otro tipo de inversión, y cómo identificar fuentes de financiamiento limpias.
Adelantó que ya trabajan en iniciativas que facilitarán la creación empresas de distintos tamaños, agilizando los trámites y la comunicación entre instituciones, aprovechando la tecnología.
“Tenemos que trabajar con el empresariado para que algunas de las regulaciones que promueven condiciones más saludables para la economía no se vean como costos, sino como oportunidades de negocio. Necesitamos acompañar a aquellas convencidas, que ya vieron que es un negocio”, dijo.
Aidee Olmos, directora de Sostenibilidad corporativa en México y LATAM de HSBC, aseguró que la institución bancaria tiene una meta de líneas de crédito y productos verde, asimismo, que han invertido en sus instalaciones y, actualmente, el 60% de los edificios ya cuenta con energías renovables.
Por su parte, Rebeca Lima, directora ejecutiva de LATAM de CDP, expuso que entre el 40% y 70% de todas las emisiones de una empresa está en la cadena de suministro, y por eso, cuando una empresa se compromete con la gestión de cambio climático, debe, por lo menos, saber cómo está su cadena de suministro.
Los especialistas participantes coincidieron en que las empresas son un componente vital para todos los objetivos y pueden contribuir a alcanzarlos a través de sus propias acciones, al trabajar con otras empresas y en sus cadenas de valor; convirtiéndose en defensores positivos de la acción climática.