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Las Palmas de Gran Canaria (España).- En la extinción del incendio, que se declaró el pasado sábado en el este de la isla Gran Canaria en España, trabajan casi un millar de personas y catorce medios aéreos para evitar que las llamas lleguen a los núcleos urbanos, en uno de los dispositivos más importantes que se han desplegado tanto en las Islas Canarias como en España.
Todos los evacuados comparten un sentimiento de desolación y temen haber perdido sus pueblos y haberse quedado "sin nada", debido a un incendio que declaran haber vivido como "un infierno".
A los medios aéreos que actualmente trabajan en la extinción se unirá un avión especializado en la coordinación de medios aéreos, lo que permitirá una mayor seguridad y eficacia en el agua que se arroja sobre el fuego.
También llegará a la zona un dron de última generación que permite tomar imágenes nocturnas en directo y conocer con exactitud la situación sobre el terreno, anunció hoy el ministro español de Agricultura, Luis Planas, que se encuentra en Gran Canaria, una de las islas más grandes y pobladas del archipiélago.
El fuego tiene un perímetro de 60 kilómetros, afecta a ocho municipios y ha llegado al Parque natural de Tamadaba, en el noreste de la turística isla, un bosque de pino canario autóctono, declarado Reserva de la Biosfera.
El incendio es "una catástrofe ambiental sin precedentes en la isla" que, en una primera valoración, ha afectado a más de 150 especies vegetales terrestres que, además, son endémicas de este territorio insular, declaró el director del Jardín Botánico Canario "Viera y Clavijo", Julio Caujapé.
El presidente regional de las Islas Canarias, Ángel Víctor Torres, explicó este lunes que el aumento de la superficie afectada se debe a la entrada del incendio en el parque natural de Tamadaba aunque al parecer puede estar causando menos daño del esperado.
Planas declaró que las próximas 48 horas serán cruciales en la evolución del fuego y afirmó que el cambio climático genera fenómenos extremos cada vez más recurrentes, por lo que hace falta luchar tanto contra esa emergencia climática como contra los fuegos forestales.
Los esfuerzos se concentran sobre todo en contener el avance del fuego hacia zonas pobladas, con el agravante de que en la zona del Parque Natural de Tamadaba solo se puede actuar por aire pues es muy peligroso hacerlo por tierra, ya que hay gran riesgo de que los medios terrestres queden atrapados entre las llamas en una zona muy escarpada.
Afortunadamente hay zonas del pinar del Parque Natural que no han sido afectadas y "no se está haciendo mucho daño", según las autoridades, de manera que el fuego avanza como si fuera una quema controlada, pero todo dependerá de cómo evolucione el viento.
Este nuevo incendio se une a otros dos anteriores aún no extinguidos en la turística isla de Gran Canaria, aunque sí controlados.
El mayor de ellos calcinó cerca de mil 200 hectáreas de masa forestal en la zona más elevada de la isla y obligó a desalojar a un millar de personas de varias localidades. El otro, en el noreste, quemó 160 hectáreas de matorral.
No obstante, ninguno de ellos alcanzó la magnitud del que afectó a Gran Canaria en julio de 2007, que arrasó 16 mil hectáreas.
El presidente canario indicó hoy que en las próximas horas bajarán previsiblemente las temperaturas y subirá la humedad, lo que en principio favorecerá la extinción del fuego.
España sufre cada verano el azote de los incendios forestales, agravado en los últimos años por el aumento de las temperaturas.
Desde el 1 de enero al 11 de agosto de este año se han producido 8 mil 302 incendios, que han quemado un total de 57 mil 697 hectáreas.