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Ciudad de México.- La doctora Marina Robles García, titular de Sedema, señaló que 'Jardines para la Vida' es un proyecto del Gobierno capitalino que tiene que ver “cómo transformamos la ciudad, cómo transformamos y mejoramos nuestra vida y cómo damos oportunidades para la vida. Justo este proyecto, Jardines para la Vida, tiene que ver con la necesidad de construir condiciones de futuro para esta ciudad”.
Samuel Salinas, coordinador general de Pilares, dijo que ante la situación de deterioro ambiental que atraviesa el planeta provocado por una incorrecta manera de usar los recursos naturales al considerarlos como cosas, es imprescindible aprender que la vegetación, los árboles y las plantas son un recurso renovable y forman parte de un sistema.
“La Ciudad de México es una ciudad muy macetera. Casi todos nosotros tratamos de tener algo en nuestra casa que nos recuerde esa vida, esa potencia de la vida. Esperemos que esta iniciativa forme parte de este cambio cultural que estamos impulsando”, manifestó Salinas.
En una primera etapa de este proyecto también conocido como Mujeres Polinizadoras, serán capacitadas 500 mujeres en 13 Pilares de las alcaldías Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac, Coyoacán, Xochimilco.
Este #FelizMartes descubre qué son los #JardinesParaLaVida
?????? pic.twitter.com/HOd6SVPAay— Medio Ambiente CDMX (@SEDEMA_CDMX) 23 de julio de 2019
La polinización es un proceso vital para el mantenimiento de la biodiversidad en la tierra. De ella depende la reproducción de cerca de 90 por ciento de las plantas con flor, las cuales desaparecerían si sus visitadores no las polinizaran.
Claudia Hernández, directora Ejecutiva de Cultura Ambiental de Sedema, explicó que el objetivo de este programa es capacitar a mujeres en el oficio de la jardinería, con especialidad en jardines para polinizadores, es decir, áreas verdes en los que se son insertadas plantas, preferentemente nativas de la región que proveen alimento, refugio, agua y espacio para colibríes, abejas, mariposas, entre otros polinizadores.
“El programa está pensado para capacitar a 500 mujeres de la Ciudad de México, vamos a estar trabajando en ocho alcaldías y como parte de la capacitación también van a instalar jardines para polinizadores en los Pilares con los que estamos colaborando; serán 22 puntos, así como en los tres Centros de Cultura Ambiental.
También ellas van a tener el compromiso de impulsar que se haga un jardín comunitario y un jardín personal, ya sea en su casa, con el vecino, en algún lugar que ellas identifiquen que les gustaría instalar un jardín”, precisó Hernández.
Las mujeres polinizadoras recibirán capacitación durante dos meses y medio, por lo que se prevé que en la capital haya 525 jardines para polinizadores. “Tenemos dos etapas, el primero con el curso que inició este lunes 22 de julio en 13 Pilares simultáneamente y la siguiente etapa serán nueve Pilares más y los Centros de Cultura Ambiental.
Para la primera etapa que concluye el 10 de agosto deberán estar instalados los jardines para polinizadores de las mujeres que iniciaron este curso y al menos iniciado los jardines comunitarios”, detalló Claudia Hernández.
Los jardines de polinización serán la base del diseño de la infraestructura verde de la Ciudad de México, como espacios en los que se son insertadas plantas, preferentemente nativas de la región que proveen alimento, refugio, agua y espacio para los polinizadores.
“Queremos que en la ciudad también prolifere la biodiversidad porque a veces nos quedamos con la idea de que esa solo se encuentra en las orillas, que no se encuentra en el centro de la ciudad. Las mujeres van a entender qué tendríamos que hacer para que lleguen los polinizadores y en este proceso ellas van a aprender a organizarse, tomar decisiones y si es que ellas así lo desean a formar una cooperativa, que puedan acceder a apoyos asociados a una cooperativa ya sea para ser jardineras o para producir planta para polinizadores”, agregó la directora Ejecutiva de Cultura Ambiental.
Actualmente, los polinizadores enfrentan graves amenazas que los pueden llevar a la extinción debido a la pérdida del hábitat por agricultura y zonas habitacionales, así como al uso de pesticidas en cultivos, jardines y áreas verdes.