Sharm El-Sheikh, Egipto.- WWF indicó que valora el compromiso de alto nivel de líderes mundiales durante la COP27 en el marco de la Alianza de Líderes de Bosques y Clima, pero advierte que “como siempre”, la hoja de ruta de cadenas de suministros dejaría a los bosques, ecosistemas naturales y al planeta en riesgo.
La Alianza de Líderes de Bosques y Clima puede desempeñar un rol importante en interrumpir la deforestación y conversión de ecosistemas, siempre y cuando garantice el seguimiento, transparencia y rendición de cuentas; de lo contario, los compromisos se quedan solo en bonitas palabras sobre el papel.
La Alianza dio la bienvenida al financiamiento público adicional de 1 billón de euros comprometidos por los líderes mundiales, junto con 3.6 billones de dólares de capital privado para detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra.
Se trata de uno de los temas críticos para Latinoamérica en el marco de la COP27, ya que, de los 24 frentes de deforestación identificados a nivel global, nueve de ellos se encuentran en la región.
WWF destaca la urgencia de pasar de compromisos a una canalización de fondos rápida y efectiva antes de 2030, para alcanzar la escala y rapidez de la pérdida de bosques. A pesar del impulso positivo alrededor de los bosques como aliados clave para enfrentar la crisis climática, existe una desconexión con la acción real para abordar los impulsores de la deforestación, como la agricultura y la silvicultura insostenibles y la minería, que solo se están expandiendo.
Por ello es crítico que los esfuerzos del sector público sean complementados por esfuerzos fuertes, robustos y transparentes por parte del sector privado. Las materias primas comercializadas a nivel global como la soya, el ganado, el cuero, el aceite de palma, cacao y caucho son, por mucho, los mayores contribuyentes de emisiones a través de la deforestación y el sector de la tierra no sostenible contribuye con más del 30% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Es necesario asegurar que la hoja de ruta anunciada cumpla su promesa de alcanzar la ruta de 1.5 grados centígrados prometida en la COP26.
Fran Price, líder de la Práctica Global de Bosques de WWF, dijo:
“El sistema de soporte vital de nuestro planeta se encuentra en condiciones críticas. La pérdida de hábitat es el principal culpable, con las mayores pérdidas causadas por la deforestación. La nueva Evaluación de la Declaración de Bosques muestra que los esfuerzos para detener la deforestación no son suficientes y que no estamos en camino de alcanzar nuestras metas para 2030".
La Alianza de Líderes de Bosques y Clima es un motor importante para dar seguimiento a todos los compromisos e iniciativas relacionadas a la naturaleza que tuvieron lugar en la COP26, como la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre Bosques y Uso de la Tierra. Es urgente que esta Alianza movilice fondos de manera rápida, efectiva, transparente e inclusiva, a personas y lugares que se encuentran al frente de la crisis climática, incluyendo a los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales.
“Por ejemplo, la Amazonía se está acercando a un punto de no retorno y las corporaciones que lucran con los recursos naturales que provienen de este bioma, deben poner en orden sus cadenas de suministro y dejar de exportar destrucción ambiental a los países del norte. Las empresas involucradas en los diferentes niveles de la cadena de suministro de productos básicos de la Amazonía deben adoptar estándares sostenibles de adquisición, trazabilidad y responsabilidad para garantizar que no haya impactos negativos en los ecosistemas naturales y las comunidades locales en la cadena de suministro”, mencionó María Inés Rivadeneira, Coordinadora de Políticas de WWF para América Latina y el Caribe.
Junto a los compromisos del sector públicos, se debe asegurar la solidez e integridad de los compromisos hechos por los actores del sector privado para eliminar la deforestación y conversión de sus cadenas de suministro y hacerlos responsables. Las compañías deben implementar con urgencia la producción y el comercio de productos básicos libres de deforestación y conversión mediante el cumplimiento de una fecha objetivo-explícita. Esto es crítico para cualquier compromiso significativo sobre deforestación y conversión y con respecto a todos los acuerdos sectoriales establecidos previamente.
Mauricio Voivodic, director ejecutivo de WWF-Brasil, dijo:
“La hoja de ruta anunciada presenta algunos avances, ya que las compañías finalmente están reconociendo que necesitan eliminar la destrucción de los ecosistemas de las cadenas de suministro. Sin embargo, sigue siendo frustrante que los ecosistemas como Cerrado no son completa y consistentemente considerados en los compromisos presentados por los sectores de la soya y la ganadería. La ausencia de una clara fecha límite y de objetivos para eliminar la conversión de la cadena de suministro de soya encierra al sector en una trayectoria de altas emisiones de carbono y de una continua pérdida de emisiones de carbono. La ciencia ha demostrado que la deforestación y conversión debe ser urgentemente eliminada de las cadenas de suministro de productos básicos para reducir las emisiones globales de GEI de manera suficiente para poder alcanzar el objetivo de 1.5”
Manifiesto de organizaciones por el fin inmediato a la deforestación y conversión
Más de 90 organizaciones ambientales y académicas de Brasil y otros países publicaron un manifiesto advirtiendo sobre la posibilidad de un “lavado verde” en el plan presentado el lunes en la COP27 por compañías de materias primas a nivel global para reducir las emisiones de carbón en sus cadenas de producción.
De acuerdo con las organizaciones, entre las que se cuenta WWF Brasil, la hoja de ruta prometida por los productores corre el riesgo de convertirse en un discurso vacío si no adoptan una serie de medidas para proteger los ecosistemas, como la trazabilidad del origen de los productos, monitoreo de las cadenas de valor y el compromiso con una deforestación cero en los bosques y una conversión cero de otros ecosistemas.
Doce de las multinacionales más grandes del sector de la soya, como es la multinacional china Cofco, Bunge and Cargill de Estados Unidos y Amaggi de Brasil, se comprometieron el año pasado durante la COP26 (conferencia climática en Glasgow), a publicar una serie de pautas acerca de cómo hacer que sus actividades sean compatibles con la meta de limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados.
Para los ambientalistas, cualquier documento presentado por compañías debe tomar en cuenta ocho requisitos. Entre ellos se encuentra: Dar un seguimiento al 100% de materias primas desde su origen; en Brasil, por ejemplo, se dio la moratoria de soya, rechazando cualquier producto que provenga de áreas deforestadas después del 1 de enero de 2020, comprometiéndose a un fin inmediato de la deforestación y logrando un alcance a todos los biomas, no sólo los bosques, como la Amazonía.
“Para que el Acuerdo de París se haga realidad, se requiere de cambios en las estructuras de la producción y consumo. Por ejemplo, la Amazonía está llegando a un punto de no retorno, si perdemos este bioma no podremos mantener el aumento de temperatura por debajo de 1.5°C que es lo que requerimos para evitar las consecuencias más graves del cambio climático. Ya no queda tiempo, más del 18% de los bosques amazónicos ya ha sido destruidos y otro 17% está degradado. Llamamos a que se garantice el seguimiento, transparencia y rendición de cuentas en la gestión de las cadenas de suministros” dijo María Inés Rivadeneira, Coordinadora de Políticas de WWF para América Latina y el Caribe.
“No hay una sola justificación para que la hoja de ruta de 1.5 grados centígrados permita una “transición” de cualquier destrucción adicional de los ecosistemas por las empresas productoras de materias primas”, establece el documento. “De esa manera, cualquier hoja de ruta o legislación con menor alcance, ambición y responsabilidad que la propuesta sería solamente otro desastroso bla bla bla.”