Sharm El-Sheikh, Egipto .– Los últimos datos científicos confirman que la naturaleza actúa como nuestro aliado secreto en la lucha contra el cambio climático, frenando el calentamiento global y protegiendo a la humanidad de impactos mucho más severos, según un nuevo informe de WWF.
El informe destaca el poder de los ecosistemas naturales tanto para reducir las emisiones como para ayudar a las comunidades a adaptarse y crear resiliencia frente al calentamiento climático.
“Nuestro aliado secreto del clima: Descubriendo la historia de la naturaleza” en el sexto informe de evaluación del IPCC se basa en el trabajo del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) para destacar las emergencias interrelacionadas del cambio climático producido por el ser humano y la pérdida de biodiversidad, además aboga por una mejor integración de la naturaleza en la respuesta global a la crisis climática.
La naturaleza es una aliada del clima, pero los sistemas naturales están siendo empujados más allá de sus límites por la implacable presión del cambio climático, la contaminación, la sobreexplotación y la conversión de los ecosistemas", declaró el Dr. Stephen Cornelius, Subdirector Mundial de Clima y Energía de WWF.
"No podemos detener el cambio climático si nos negamos a descarbonizar rápidamente la economía mundial y simplemente permitimos que la crisis de la naturaleza continúe sin cesar. Los gobiernos en la COP27 deben integrar los vínculos entre el clima, las personas y la naturaleza, así como acelerar los avances en la ambición de mitigación y adaptación, las pérdidas y daños. Para limitar el calentamiento a 1.5°C, adaptarse al cambio climático y salvar vidas y medios de subsistencia, debemos salvaguardar y restaurar la naturaleza", indicó el Dr. Cornelius.
“Nuestra capacidad para restaurar ecosistemas saludables y un planeta sano se ve limitada por el calentamiento global”, dijo el profesor Hans-Otto Pörtner, copresidente del Grupo de Trabajo II del IPCC.
“Beneficiarse de los numerosos servicios que prestan los ecosistemas depende de que se consiga reducir las emisiones y mantener el calentamiento global en 1.5 °C o menos. La evidencia es más fuerte que nunca, las actuales crisis del clima y de la biodiversidad en el mundo dependen la una de la otra y sólo pueden resolverse juntas", explicó profesor Hans-Otto Pörtner.
El informe destaca que alrededor del 31% de las emisiones de CO2, provocadas por el ser humano, en los últimos 10 años fueron absorbidas por los ecosistemas terrestres (incluidas las plantas, los animales y los suelos), mientras que un 23% adicional fue absorbido por el océano, con un gran coste para muchos ecosistemas marinos, ya que sus aguas se vuelven cada vez más ácidas.
Además de frenar el calentamiento global, los ecosistemas sanos aumentan la resiliencia y ayudan a mantener a las comunidades a salvo de los impactos. Por ejemplo, los arrecifes de coral, los humedales y los manglares proporcionan cierta protección contra las marejadas ciclónicas y los bosques pueden absorber el exceso de agua de lluvia, evitando las escorrentías, los desprendimientos de tierra y los daños por inundaciones. Pero los fenómenos meteorológicos extremos, como la sequía, los incendios forestales y las olas de calor marinas, pueden destruir ecosistemas enteros y causar mortalidades masivas.
En la COP27, WWF insta a los líderes a reconocer las soluciones basadas en la naturaleza dentro del resultado de la COP27, integrarlas en la acción climática y generar impulso antes de la cumbre de biodiversidad COP15 que se celebrará en diciembre en Canadá: es una oportunidad imperdible de la humanidad para restablecer su relación rota con la naturaleza.