México.- Las comisiones unidas de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, y de Estudios Legislativos Segunda, que preside la senadora Nancy Guadalupe Sánchez Arredondo y el senador Rafael Espino de la Peña, aprobó un dictamen por el que se expide la Ley de Desarrollo Sustentable de la Cafeticultura.
La propuesta tiene por objeto normar y fomentar la producción, distribución, industrialización y comercialización del café, así como establecer criterios para impulsar la calidad del producto en todas las fases de la cadena productiva.
De igual forma, busca generar la integración del sector, para garantizar que el café sea un producto básico y estratégico cuya producción contribuya a la seguridad y soberanía alimentaria del país.
Se trata, precisa el dictamen, de un ordenamiento robusto e integral que contempla a todos y cada uno de los eslabones que participan dentro de este sector, pues el café mexicano, además de ser un producto de alta comercialización, representa una industria en la que miles de personas forman parte.
El café mexicano es considerado como uno de los productos de mejor calidad a nivel internacional; por varios años México se ha consolidado como uno de los principales países de producción.
Por tal motivo, el hecho de crear nuevos mecanismos de protección legal para este sector resulta pertinente desde cualquier arista, toda vez que se trata de garantizar las óptimas condiciones para que las personas del campo que se dedican a su cultivo encuentren los elementos necesarios para proteger su modo de vida y de sus familias.
Al respecto, la senadora Susana Harp Iturribarría, de Morena, manifestó que para la elaboración de la propuesta, se habló con más de 400 mil cafeticultores que tienen menos de una hectárea, pues son a los que a través de leyes, normas e instituciones, se les debe acompañar y procurar; además, apuntó, el documento tampoco desfavorece a los grandes productores.
Su compañero de bancada, José Narro Céspedes, dijo que el sector cafetero es de los más importantes del país, por lo que se requería de esta Ley para poder apoyar a los productores, particularmente a los minifundistas, ya que ellos hacen un gran café orgánico de alta calidad.