México.- La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural indicó (Sader) busca promover la sustentabilidad de los procesos en la agricultura, a través del cuidado de los recursos naturales: biodiversidad y suelo y agua en la producción de alimentos para responder a la demanda de una población creciente en los próximos años.
El cuidado de los suelos agrícolas representa contar con un recurso clave para el rescate del campo e impulso a la autosuficiencia y seguridad alimentaria en el país, señaló, con la representación del secretario de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, el subsecretario Miguel García Winder.
En la conferencia de prensa de los Programas de Bienestar, indicó que los suelos son un recurso natural no renovable vital para la existencia humana, y un espacio y elemento clave para la producción de alimentos.
En Palacio Nacional, el funcionario federal apuntó que el Gobierno de México trabaja en la transformación de los suelos agrícolas con acciones enfocadas a reducir su pérdida, ya que el 64 por ciento de los suelos presenta algún grado de afectación.
Subrayó que la agricultura usa aproximadamente 26 por ciento de los suelos del país, y los trabajos que se realizan para su cuidado consisten en reducir la salinización y alcalinización, fomentar el equilibrio en los ciclos de nutrientes y una mejor gestión del agua en suelos agrícolas.
Hablar del suelo agrícola, es importante, y el propósito es poder mandar un mensaje a los productores en el sentido de que cuando salen al campo tengan el conocimiento de que el suelo es fundamental para el equilibrio de los ecosistemas y la producción de alimentos, puntualizó.
El subsecretario de Agricultura resaltó que cada gramo de suelo agrícola contiene más de cinco millones de microorganismos, y el proceso de destrucción de un suelo lleva alrededor de un año, mientras que para su recuperado hablamos de 100 a mil años.
Además de las prácticas de agroecología y ecoagricultura, dijo, se fomenta la agricultura de conservación, por ser una alternativa para proteger y reducir la degradación de los suelos, con procesos técnicos para una mínima alteración de los suelos, mejorar la cobertura vegetal, diversificación de sistemas de siembra (multicultivos), la rotación de cultivos e impulsar un nuevo paradigma para el uso racional y complementario de fertilizantes.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que México es un país megadiverso en suelos, al contar con 26 de los 32 grupos reconocidos internacionalmente, refirió.