San Salvador .- El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) indicó que "Los especialistas coinciden en que se tendrá déficit de lluvia para los próximos meses debido a la incidencia del fenómeno de El Niño".
Explicó que los expertos prevén que la época lluviosa comience el próximo 21 de mayo en la zona oeste y norte del país, y que se presente con un "ligero atraso" en el este y sur a fines de dicho mes o inicios de junio.
El MARN apuntó que, según los pronósticos, la sequía se presentará de "débil a moderada" en la segunda quincena de junio y julio en los departamentos del este y en la zona costera del centro del país.
Añadió que los meteorólogos prevén que el fenómeno de El Niño se presente de forma "débil en el Océano Pacífico" y que "existe una probabilidad del 74 por ciento de que se mantenga entre los meses de mayo a julio y del 66 por ciento para junio y agosto".
"La mayoría de los modelos pronostican que en promedio este evento de El Niño será de débil intensidad, sin embargo, no se puede descartar que en una escala mensual alcance la intensidad moderada", acotó.
Por otra parte, el MARN señaló que "también hay una alta probabilidad de lluvias deficitarias" en las regiones cercanas al Pacífico en Centroamérica en los próximos tres meses.
La cartera de Medio Ambiente y Recursos Naturales explicó que estos datos se dieron en el marco del LVIII Foro del Clima de América Central y el X Foro Hidrológico de América Central, realizado en San Salvador entre el 24 y 26 de abril.
En este cónclave de expertos regionales se "revisaron las condiciones atmosféricas y oceánicas actuales y sus implicaciones en los patrones climático y las perspectivas de lluvia en la región" para mayo, junio y julio de 2019.
Según la ONU, los extremos meteorológicos derivados del cambio climático han destruido más de la mitad de las cosechas en el Corredor Seco Centroamericano, lo que ha provocado que 1,4 millones de personas necesiten asistencia alimentaria "urgente".
El denominado Corredor Seco Centroamericano, que abarca las costas pacíficas de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, es una de las zonas más vulnerables del mundo al cambio climático y en ella viven el 50 por ciento de los casi 2 millones de pequeños productores de granos básicos de la región