Londres.- Un estudio “Evaluación de la recuperación de un depredador antártico de explotación histórica”, publicado ayer miércoles en la revista Royal Society Open Science, indica que en los próximos 10 años las ballenas deberían alcanzar la cantidad de ejemplares que existían antes de la caza desenfrenada en el Siglo XX.
La población global de cetáceos en general descendió drásticamente y a finales de la década de 1920 las jorobadas se volvieron animales poco observados; sin embargo, se estima que han logrado recuperarse en casi un 93 por ciento.
La investigación fue encabezada por el doctor Alexandre Zerbini del Servicio Nacional de Pesca Marina, parte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), quien define la situación como una “historia positiva”.
Los expertos creen que la recuperación pudo comenzar en la década de 1970 aunque la primera evaluación se realizó después del año 2000.
La Comisión Ballenera Internacional (IWC, por sus siglas en inglés) reconoce a siete poblaciones de jorobadas en el hemisferio sur y en 2015 reveló que su número de ejemplares había crecido un 30 por ciento.
En la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UCIN), las ballenas jorobadas son consideradas como especie de preocupación menor. Sin embargo, la explotación de los recursos naturales ha cambiado los hábitats, por ello quedan incógnitas sobre todas las subpoblaciones.
El constante incremento de ejemplares depende también del apareamiento, pues éste sucede una vez cada dos años, aunque puede ocurrir dos veces en tres años, ya que la gestación dura al menos 11 meses y se da a luz a una sola cría.