México.- La Alianza Mexicana contra el “Fracking” (fractura hidráulica de los suelos) urgió a las autoridades de Semarnat a suspender esta práctica por los daños que representa para el medio ambiente, al liberar grandes cantidades de gases de efecto invernadero que, además de incrementar el calentamiento global, dañan la salud de personas y acaban con la biodiversidad.
Durante el foro “Fracking en México ¿fantasía o realidad”, señaló que esa práctica “sigue vigente, a pesar de que el compromiso 75 del presidente es que no se permitiría durante su administración: hay seis autorizaciones de planes de exploración y de desarrollo para la extracción de yacimientos no convencionales otorgados a Petróleos Mexicanos”.
También apuntan que es una realidad por los presupuestos ejercidos este año y el aprobado para 2020, que incluso contempla un incremento del 58 por ciento para actividades en las que se involucra la fractura hidráulica para extraer petróleo y gas.
En el posicionamiento resultante del foro, la Alianza exige que el compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador se traduzca en un decreto de suspensión inmediata de todo el fracking, como principio precautorio ante los probados daños que conlleva, como se ha demostrado en varios estados del país, como Nuevo León, Coahuila y Veracruz.
“Con este decreto se evitará que desde diferentes áreas del gobierno, se siga impulsando la actividad”, refirió.
Derivado de las presentaciones que hicieron diversos especialistas, la Alianza Mexicana contra el Fracking destacó que “usar esta técnica de extracción implica violaciones de derechos humanos, especialmente en las comunidades originarias; provoca daños graves al medio ambiente, a las personas y al clima”.
Advirtió que Pemex ha comenzado a utilizar términos como “estimulación hidráulica” o de fracking sin agua”, para evitar hablar de fracking, aunque se trata de técnicas que no evita los daños. Con esta terminología, explican, se trata de generar confusión sobre la realidad de lo que está pasando con la exploración y explotación petrolera.
Asimismo, señala que es un error considerar que la soberanía energética se podrá atender con más extracción de gas y petróleo “y peor aún si se busca por recursos no convencionales, ya que los altos costos y la rápida declinación de los pozos, sólo dejarían ganancias a algunas empresas, endeudarían al país y dañarían el aire, agua y suelo de las comunidades”.
Si se quiere construir soberanía energética, debe buscarse hacerlo a través de fuentes renovables, con pleno respeto de los derechos humanos de los lugares donde se genera, transmite y distribuye la energía, ya que la emergencia climática obliga al país a trabajar de forma inmediata en reducir la dependencia de los combustibles fósiles”.
Otra de las conclusiones del foro fue “exigir al Poder Legislativo discutir las seis iniciativas de prohibición y materializar la prohibición, tomando en cuenta que en el mundo va en aumento el número de países, regiones, provincias y municipios que han prohibido e impuesto moratorias al uso de esta técnica por la multiplicidad de daños que implica”.
Entre los daños que ocasiona el uso de esta técnica de extracción destacaron el alto consumo de agua y la contaminación irreversible de aire, agua y suelos; los riesgos a la salud humana y animal, así como la actividad sísmica inducida que arriesga viviendas e infraestructura.
Durante la inauguración del foro, el secretario de Medio Ambiente, Víctor Toledo, estableció que el propósito de realizar estas actividades es ciudadanizar las decisiones y dialogar con la población.
Refirió estar preocupado por la política ambiental, por lo que consideró necesario abrir el foro para generar “mucha discusión y crítica sobre el uso de la fractura hidráulica o fracking para la extracción de hidrocarburos no convencionales”, además de realizar un trabajo articulado con otras secretarías de Estado involucradas.