San Francisco.- Desde construir diques en la bahía hasta renovar un rompeolas centenario y elevar las estructuras de la zona portuaria, San Francisco prevé gastar un total de 5 mil millones de dólares en los próximos años para prepararse ante unas estimaciones que alertan de subidas notables del nivel del agua.
"Nuestras proyecciones indican una subida de 0.9 metros en 2050 y de 1.8 metros en 2100 cuando se dé una gran tormenta. Las predicciones más negativas estiman una subida en ochenta años que podría ser hasta de 3 metros", explicó la directora ejecutiva del Puerto de San Francisco, Elaine Forbes.
Gran parte de las dudas se concentran en qué hacer con el histórico rompeolas construido entre 1878 y 1916, un período en el que la ciudad creció exponencialmente ganando terreno a la bahía, y sobre el que se asientan varios edificios y estructuras del centro de la urbe californiana, en barrios tan concurridos como Embarcadero o el distrito financiero.
El rompeolas tiene una altura de unos 12 metros, de los que 8.8 están bajo tierra, en una zona, la bahía, donde la marea alta alcanza los 1.8 metros en la actualidad, con un máximo histórico de 3 metros en los últimos cien años.
Así, si las proyecciones de los científicos se cumplen, en 30 años el rompeolas solo tendría un margen de 2 metros sobre el nivel de la marea alta, y en 80 años este se habría visto completamente rebasado, de manera que el agua penetraría directamente en las calles de la localidad.
"Nuestro proyecto es reforzar el rompeolas, darle una fundación estable y adaptarlo a la subida del nivel del mar", apuntó Forbes, quien además resaltó que esa infraestructura afronta otro riesgo de gran calado que empeora aún más con la subida del nivel del mar: la perenne amenaza de un gran terremoto en la falla de San Andrés.
Un fuerte seísmo como el ocurrido en 1906, que dejó centenares de muertos y la ciudad prácticamente en ruinas, podría tener consecuencias aún más imprevisibles si el nivel del mar subiera sustancialmente y el temblor dañara infraestructuras básicas como el rompeolas.
"San Francisco tiene la amenaza doble del seísmo y la subida del nivel del mar. Además, la construcción urbana llega hasta primera línea de mar, lo que dificulta notablemente la creación de espacios de naturaleza como zonas pantanosas que sirvan de defensa", apuntó la máxima responsable del puerto.
Uno de los proyectos en los que ya se ha empezado a trabajar es en la elevación de un barrio entero en la zona del muelle 70 (al sur del centro), donde se están desprendiendo edificios históricos que antiguamente servían de atarazanas para volver a instalarlos a entre 1.5 y 3 metros de más altitud, adelantándose así a la subida del nivel del agua.
Esta parte de la urbe, que en el pasado fue una zona portuaria dedicada fundamentalmente a la reparación de buques, se reconvertirá en residencial para dar respuesta a otro de los grandes problemas que afronta San Francisco: la escasez de oferta de vivienda, que ha disparado los precios hasta situarlos en los más elevados del país.
Por el momento, los vecinos de San Francisco ya han aprobado en referéndum una partida municipal de 425 millones de dólares para destinar a los esfuerzos de prevención ante la subida del nivel del agua, unos trabajos que las autoridades responsables esperan haber concluido en 2026.