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Cambio climático, principal amenaza para la seguridad hídrica en América Latina

Cambio climático, principal amenaza para la seguridad hídrica en América Latina

El cambio climático es la principal amenaza para la disponibilidad del agua porque altera el ciclo hidrológico y las precipitaciones, es decir, mientras unas regiones enfrentan huracanes e inundaciones, en otras, hay sequías extremas que ocasionan estrés hídrico sin precedentes.

Se estima que por cada grado de calentamiento global, 7% de la población mundial estará expuesta a una disminución de al menos 20% de los recursos hídricos renovables, de acuerdo con el Informe de políticas ONU sobre el Cambio Climático y el Agua de la organización UN Water.

En el marco del Día Mundial del Agua, celebrado cada 22 de marzo, The Climate Reality Project América Latina insta a los países, empresas y ciudadanos a tomar medidas inmediatas para cuidar y proteger el agua, además de invertir en sistemas e infraestructuras verdes para fortalecer la seguridad hídrica.

El cambio climático es la principal amenaza para la disponibilidad del agua porque altera el ciclo hidrológico y las precipitaciones, es decir, mientras unas regiones enfrentan huracanes e inundaciones, en otras, hay sequías extremas que ocasionan estrés hídrico sin precedentes. Asimismo, el cambio climático aumenta las temperaturas globales, altera el comportamiento de los océanos y el ciclo del agua.

En el último decenio, más del 90% de los grandes desastres naturales se produjeron a causa de inundaciones, tormentas, olas de calor, sequías y otros fenómenos meteorológicos, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.

Aunque en América Latina y el Caribe, una persona cuenta con disponibilidad de agua cuatro veces mayor al promedio mundial, la región sufre alto estrés hídrico sobre todo en las grandes ciudades y zonas de mayor actividad económica. Además, se informó que como consecuencia del cambio climático, la superficie de agua dulce de la región se ha reducido casi 7,000 metros cuadrados, lo equivalente a cuatro veces el tamaño de Sao Paulo, Brasil, según datos de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Por consiguiente, es urgente destinar recursos financieros que contribuyan a la seguridad hídrica, para disponer de agua en calidad y cantidad necesaria para la vida y los ecosistemas, y para alcanzar el desarrollo económico sostenible.

La seguridad hídrica tiene como objetivo la conservación de recursos hídricos, mejora la infraestructura para el suministro de agua, adaptación al cambio climático, y equidad y justicia en el acceso al agua. No obstante, está amenazada por factores como la contaminación, sobreexplotación de los recursos acuíferos, falta de infraestructura y de financiamiento, entre otros. Para fortalecer la seguridad hídrica y al mismo tiempo, mitigar los efectos del cambio climático, es urgente la participación de todos los actores de la sociedad.

En primer lugar, la intervención de los gobiernos es crucial para fortalecer la seguridad hídrica, por medio de la implementación de leyes o políticas que cuiden y restauren los ecosistemas, a su vez que prohíban y castiguen los proyectos extractivistas. Aunado a esto, es fundamental la inversión de ciudades verdes que cuenten con sistemas de captación de agua de lluvia, procesos de almacenamiento eficientes, recolección, distribución y gestión del agua; así como mejorar el tratamiento de aguas residuales, reducir considerablemente la demanda de agua para las industrias e impulsar la agricultura y ganadería sostenible.

Por su parte, las empresas pueden promover una cultura organizacional enfocada en el cuidado del medio ambiente y del agua, de forma que informen y concienticen a los trabajadores sobre acciones concretas para su cuidado. Asimismo, pueden reemplazar las instalaciones por infraestructura verde como los ahorradores y medidores de agua, sistemas de bajo consumo y de reutilización de agua, grifos inteligentes, que son más eficientes y disminuyen la cantidad de consumo del vital líquido.

De igual manera, es importante optar por procesos internos más verdes como el embalaje sostenible, transporte eléctrico, procesos industriales sostenibles, actividades empresariales sin explotación y extractivismo, ni la contaminación de los ecosistemas acuáticos o terrestres.

Por otro lado, la sociedad civil y diversos actores de la sociedad, también pueden tomar acciones a favor de la seguridad hídrica, como evitar el uso de electrodomésticos que utilicen grandes cantidades de agua, implementar ahorradores en baños, regaderas y cocina y revisar las tuberías. Climate Reality pide reportar inmediatamente cualquier indicio de fuga, proporcionar el tratamiento adecuado a las válvulas y tuberías, y evitar desechar materiales o productos que pudieran dañarlas.

En la Ciudad de México, México, se estima que el 40% del agua potable se pierde en fugas, según expertos y autoridades.

Hoy por hoy, sabemos que los efectos del cambio climático están relacionados con las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles que ocasionan grandes problemas de salud, ambientales y  sociales. Es por esto que, es imprescindible destinar los recursos económicos a favor de la vida, los ecosistemas, hacia un futuro sostenible y responsable.

Para conocer más sobre el cuidado del agua, así como posibles soluciones ante la emergencia climática que enfrentamos visita las redes sociales de The Climate Reality Project América Latina @ClimateLatino en YouTube, Instagram, Tik Tok, Facebook y X.

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